![La comodidad y el uso que vayamos a darle son claves a la hora de elegir un sofá.](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2023/05/16/sofa-pequeno-mujer-tumbada-gettyimages.jpeg)
El sofá es una de las piezas más importantes de la casa, ya que en él pasamos muchas horas de descanso, ocio y convivencia. Comprar un sofá es una de las decisiones más importantes a la hora de decorar nuestro hogar. Por eso, elegir el adecuado no es una tarea fácil, sino que requiere tener en cuenta una serie de factores que determinarán nuestra satisfacción y comodidad. En este artículo te damos algunos consejos para que aciertes con tu compra y disfrutes de tu sofá durante mucho tiempo.
Precio del sofá
Antes de comprar un sofá, es conveniente que establezcas un rango de precios que se ajuste a tu bolsillo y a tus necesidades. No se trata de escatimar en calidad, sino de buscar la mejor relación calidad-precio. Ten en cuenta que el precio del sofá dependerá del tamaño, el diseño, el tapizado y los extras que incorpore.
Tamaño y forma
Otro aspecto fundamental es medir bien el espacio donde vas a colocar el sofá, tanto el largo como el ancho y el alto. Es importante elegir un sofá que se adapte a las dimensiones de tu salón y que no obstaculice el paso ni la apertura de puertas o ventanas. También se debe tener en cuenta la distancia entre el sofá y el resto de mobiliario de la estancia, para dejar accesos disponibles y no crear un ambiente recargado.
Si el salón es pequeño, es mejor optar por un sofá recto, que pueden ser de dos, tres o más plazas; los sofás rinconera o esquineros, que aprovechan el ángulo de la pared para crear un espacio acogedor; los sofás con chaise longue, que incorporan una parte más larga para estirar las piernas; y los sofás cama, que se convierten en una cama extra para invitados. La elección dependerá del uso que le vayas a dar al sofá, del número de personas que lo van a utilizar y del estilo que queramos darle al salón.
Comodidad
La comodidad es clave a la hora de elegir un sofá. Por eso, además de que nos guste visualmente, es recomendable probarlo en persona. Lo ideal es que el sofá sujete bien la espalda y los riñones, que tenga soporte para la cabeza o el cuello y que los pies toquen en el suelo. La profundidad recomendable del asiento está a partir de los 65 centímetros. Si te gusta dormir en el sofá, asegúrate de que sea lo suficientemente largo y cómodo. No olvides tener en cuenta la altura de los reposabrazos.
¿Y sobre el material y el relleno del sofá?
La calidad y la durabilidad del sofá dependen en gran medida de los materiales con los que está hecho. El armazón debe ser sólido y resistente, preferiblemente metálico, con muelles de acero, de madera maciza o con cinchas elásticas cruzadas. En cuanto a su material, hay muchos tipos de tejidos para tapizar un sofá, como la piel, la tela o las fibras sintéticas.
Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que debes valorar qué aspectos son más importantes para ti: la resistencia al desgaste, la facilidad de limpieza, la transpiración o la sensación al tacto. La piel es resistente y duradera, pero también puede ser más fría y resbaladiza. La tela es más cálida y cómoda, pero también puede ser más difícil de limpiar. Si tienes niños o animales, es mejor optar por un sofá con tela resistente a las manchas. Se suele decir que “lo barato sale caro” y el tapizado es un factor muy relevante para elegir el sofá, ya que influye en la estética, la limpieza y el mantenimiento.
También puedes añadir algunos extras a tu sofá
Actualmente, podemos personalizar un sofá y hacerlo más funcional y confortable. En este caso, puedes optar por algunos extras que le darán un toque especial. Por ejemplo, puedes elegir extras como:
Sofás relax: Son sofás que incorporan un mecanismo que permite reclinar el respaldo y elevar el reposapiés, para conseguir una posición más cómoda y relajada. Pueden ser manuales o eléctricos, y algunos incluso tienen función de masaje o de calor.
Sofás con arcón: Son sofás que tienen un espacio de almacenaje debajo del asiento, al que se accede levantando la tapa. Son muy prácticos para guardar mantas, cojines o cualquier otro objeto que no quieras tener a la vista.
Sofás con puf: Son sofás que incluyen uno o varios pufs integrados en el diseño, que se pueden extraer y usar como asientos adicionales o como reposapiés. Son ideales para aprovechar el espacio y crear un ambiente más dinámico y versátil.
Sofás con sonido: Son sofás que incorporan altavoces en el respaldo o en los brazos, que se pueden conectar al televisor, al móvil o a cualquier otro dispositivo mediante bluetooth o USB. Son perfectos para disfrutar de una experiencia audiovisual más envolvente e inmersiva.
En definitiva, comprar un sofá es una decisión importante y debes tomarla con calma. Ten en cuenta todos estos factores para elegir el sofá perfecto para ti y para tu hogar.
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